La hipermetropía infantil, la miopía y el astigmatismo son los problemas más habituales que solemos tener en la vista desde que nacemos hasta que somos adultos. Conocer las diferencias entre cada uno de ellos nos ayudará a saber cómo afectan a nuestra visión.
La hipermetropía infantil o la de adultos se caracterizan por no poder ver bien de cerca, conllevando también dolores de cabeza y cansancio. En nuestro país, se trata de un problema que afecta a alrededor de un 10% de la población.
La miopía es el problema contrario y también es el más común en España. Este problema en la vista impide ver bien de lejos y afecta a un 26% de la población nacional, lo que supone que más de un cuarto de la población tiene esta dolencia. Es también la dolencia que es más fácil de curar con cirugía.
Por último, hay que hablar del astigmatismo que no tiene que ver con la distancia de las cosas sino más bien con el contorno que suele aparecer borroso y las imágenes pueden aparecer algo deformadas.
Por otra parte está la presbicia o vista cansada, que suele ocurrir a las personas mayores, siendo el problema de vista más común de los mayores de 40 años.
